Una educación de Tara Westover
La vida en una montaña proporciona una sensación de autonomía, una idea de privacidad y aislamiento, incluso de dominio. Es posible surcar ese vasto espacio a solas durante horas, vagar entre los pinos, arbustos y rocas. La quietud nace de la pura inmensidad; apacigua con su propia magnitud, que vuelve intrascendente lo meramente humano.
|