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Stella de Takis Würger
Pagábamos lo que costaban en el mercado negro y comíamos ostras y pasteles de crema de vainilla, bebíamos coñac, dibujábamos con carboncillo, escuchábamos swing y muy de vez en cuando bailábamos.
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Calificación promedio: 5 (sobre 8 calificaciones)
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Stella de Takis Würger
Pagábamos lo que costaban en el mercado negro y comíamos ostras y pasteles de crema de vainilla, bebíamos coñac, dibujábamos con carboncillo, escuchábamos swing y muy de vez en cuando bailábamos.
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Stella de Takis Würger
Cuando los tanques alemanes entraron en Libia en la primavera de 1941 porque así lo dictaba la Operación Girasol, mi madre izó una bandera con la cruz gamada en la torre de casa. Fue la única vez en mi vida que oí rugir a mi padre.
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Stella de Takis Würger
Tristan dijo que en tiempos de guerra es fácil olvidar quiénes somos. Que los alemanes son una nación cultural, el país de Heine y Wagner. Dijo que por eso era tan importante comer bien. Que es una expresión de nuestra cultura.
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Stella de Takis Würger
Fui de la estación a la Puerta de Brandeburgo. Las calles eran anchas y no se veía adónde conducían. Berlín olía a carbón, a jabón sólido, a lo que huelen las estufas de leña portátiles, a cera para el suelo y nabos cocidos.
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Stella de Takis Würger
En caso de alarma antiaérea, todos los huéspedes del hotel tenían que bajar a un búnker acorazado. El personal se quedaba en el cuarto de calderas.
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¿Quién escribió "Una habitación propia" en 1929?