Al otro lado del océano de Tahereh Mafi
Solo sabía que alguien me había hecho una foto sin mi pañuelo, sin mi consentimiento, y ahora estaba haciéndola circular. Era una especie de violación que jamás había experimentado. Quería gritar. Era mi pelo, quería bramar. Era mi pelo, mi rostro, mi cuerpo y mi maldito asunto decidir qué hacía con ellos. Por supuesto, a nadie le importaba. |