La caja de los deseos de Sylvia Plath
La imagen de identidad que cada día debemos luchar por grabar en el mundo neutro u hostil se derrumba hacia dentro; nos sentimos aplastados. [...] Debemos de estar en bajamar cuando hemos entrado tanto en el negro: que todos los demás, tan sólo porque son «otros», son invulnerables. Es mentira. |