Antología: 497 de Sylvia Plath
Soy Vertical Pero preferiría ser horizontal. No soy un árbol enraizado en la tierra, Absorbiendo minerales y amor materno Para rebrotar esplendoroso cada mes de marzo, Ni tampoco la belleza del arriate del jardín Que deja boquiabierto a todo el mundo y a la que Todo el mundo quiere pintar maravillosamente, Ignorando que muy pronto se deshojará. Comparado conmigo, un árbol es inmortal, Un racimo de flores, más bajo, aunque más llamativo, Y yo anhelo la longevidad de uno y la osadía del otro. Esta noche, bajo la luz infinitesimal de los astros, Los árboles y las flores han estado esparciendo sus aromas frescos. Yo paseo entre ellos, aunque no se percaten de mi presencia. A veces pienso que cuando duermo Es cuando más me parezco a ellos— Desvanecidos ya los pensamientos. En mí, el estar tendida, es algo connatural. Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente. Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre: Entonces quizás los árboles me toquen por una vez, y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí. |