Ariel de Sylvia Plath
Mientras el cielo, gusanera de sonrisas acumuladas, pasa nube tras nube. Y el ramo de la novia se deshace en frescura, el alma es una novia en un lugar tranquilo, y el novio se sonroja, olvidadizo, no tiene rasgos. |
Ariel de Sylvia Plath
Mientras el cielo, gusanera de sonrisas acumuladas, pasa nube tras nube. Y el ramo de la novia se deshace en frescura, el alma es una novia en un lugar tranquilo, y el novio se sonroja, olvidadizo, no tiene rasgos. |