La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Aleksiévich
No es necesario que escribas sobre nosotras… Un recuerdo es más valioso… Hemos estado hablando contigo. Hemos llorado. Tú, cuando te despidas, mira atrás, date la vuelta para vernos a nosotras y a nuestras casas. No mires una vez como si fueras una extraña, hazlo dos veces. Como hacen los nuestros. No hace falta nada más. Gírate para mirarnos…
|