Exterminad a todos los salvajes de Sven Lindqvist
Sería superfluo reiniciar la discusión acerca de si las sociedades se enferman arrastrando en su deterioro a sus componentes o si estos trasladan a ellos sus patologías. En última instancia, es el hombre en su estricta individualidad quien soporta la presión de una economía que no le permite satisfacer sus necesidades mínimas con dignidad o de un sistema ideológico que lo obliga a odiar al otro o a temerlo. El hecho del signo cultural bajo el cual haya nacido es anecdótico cuando el cuerpo sufre y la vida carece de horizonte.
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