Los muertos no mienten de Stephen Spotswood
La señora P frunció el ceño. No le gustaba tener agujeros en la biografía de una víctima. La experiencia le había enseñado que es ahí donde a los asesinos les gusta esconderse.
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Los muertos no mienten de Stephen Spotswood
La señora P frunció el ceño. No le gustaba tener agujeros en la biografía de una víctima. La experiencia le había enseñado que es ahí donde a los asesinos les gusta esconderse.
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