La balada de nunca jamás de Stephanie Garber
Creo que hay un final feliz para todo el mundo, pero no creo que este final ocupe siempre la última página de un libro, o que todos vayan a encontrar su «felices para siempre». Los finales felices pueden ser apresados, pero es difícil retenerlos. Son tesoros con alas. Son criaturas salvajes, feroces y temerarias que deben ser perseguidas constantemente, o de lo contrario huirán.
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