Érase una vez un corazón roto de Stephanie Garber
Algunos creen que somos incapaces de sentir, pero es todo lo contrario. —La expresión de LaLa se volvió mordaz mientras dedicaba a Evangeline una sonrisa que le recordó a una de las perversas expresiones de Jacks—. Cuando sentimos, es intenso y devorador. Nos consume y nos impulsa. Y nuestros sentimientos más fuertes están siempre provocados por la necesidad de ser lo que fuimos creados para ser. Yo quiero sentirme amada. Lo deseo con tanta fuerza que lloro lágrimas envenenadas, aunque siempre que encuentro a alguien a quien amar sé que no durará; siempre termino sola en el altar, llorando lágrimas malditas.
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