Confusión de sentimientos de Stefan Zweig
Me apropiaba con avaricia de cada una de sus palabras, de cada uno de sus gestos, y en casa palpaba y guardaba apasionadamente el botín con todo mis sentidos; y así como en él veía únicamente al guía, mi apasionamiento intolerante consideraba a todos los compañeros sólo como enemigos a los que mi voluntad envidiosa se juraba todos los días superar y vencer. (34)
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