Mendel el de los libros de Stefan Zweig
A aquel ser humano de lo más particular, a aquel hombre legendario. A aquel peculiar portento universal, famoso en la universidad y en un círculo rendido y respetuoso ... Como había podido olvidarle, a él, el mago, el corredor de libros que, imperturbable, se sentaba allí día tras día, de la mañana a la noche. Símbolo del conocimiento. ¡Gloria y honra del café Gluck!
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