Sueños olvidados y otros relatos de Stefan Zweig
desesperación. Cómo sufrí con este hombre tormentoso y extremista, tan pronto ardiente, tan pronto frío, que inconscientemente me emocionaba, para, a renglón seguido, sumergirme en hielo, que con su apasionamiento aguijoneaba el mío, para inmediatamente blandir el látigo de un comentario irónico; sí, yo tenía la cruel sensación de que cuanto más intentaba acercarme a él, con mayor dureza, incluso con mayor angustia me rechazaba. Nadie debía acercarse a él, a su secreto.
|