Sueños olvidados y otros relatos de Stefan Zweig
Porque no hay comprensión filológica sin vivencia, ni palabra simplemente gramatical sin conocimiento de los valores, y vosotros, jóvenes estudiosos, habéis de ver un país y una lengua que queréis conquistar primero en su más alta forma estética, en la forma potente de su juventud y su extremo apasionamiento. Primero habéis de oír esa lengua en boca de los poetas, que la crean y la consuman, debéis haber sentido una vez la poesía cálida y viva junto al corazón antes de que empecemos a anatomizarla.
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