Ardiente secreto de Stefan Zweig
Desafiante, sus ojos buscaron encontrarse con la mirada de ella, que de vez en cuando se cruzaba con él en la resplandeciente ambigüedad de la mirada de refilón, pero que en ningún momento le brindó una clara respuesta. También le pareció que en torno a la boca se percibía de cuando en cuando algo que se podía interpretar como el inicio de una sonrisa, pero todo aquello era incierto, y precisamente esa incertidumbre le excitó.
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