María Antonieta de Stefan Zweig
su juvenil corazón no quiere otra cosa sino vivir y ser joven, y en esta contradicción entre la edad y la categoría, entre su propia voluntad y la de los otros, se origina, en este natural aún no evolucionado aunque siempre por completo honrado, aquella irreprimible inquietud y ansia de libertad que más tarde han de determinar, de un modo tan nefasto, el destino de María Antonieta.
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