Memorias de una salvaje de Srta. Bebi
Fue Virgilio quien escribió que el amor lo puede todo. Ahí continúa el dicho, latente desde hace siglos en cualquier supuesto de relación romántica. Tan latente está que, muchas veces, deja de ser un dicho para convertirse en una realidad. Desde muy pequeños, las películas, la literatura, la educación, la religión, y nuestros círculos más cercanos nos bombardean con él y nos lo repiten y refuerzan como un mantra hasta que acabamos creyéndolo. Es genial que el amor nos ayude a superar adversidades junto a quien queremos. Lo que no lo es tanto es esa parte oculta que acaba materializándose, pero que nadie parece querer ver: aquella que nos enraíza en la cotidianidad y no nos cuentan. La verdad es que, desde que Virgilio escribió aquello, se convirtió en algo casi lógico y común el hecho de que cuando uno está enamorado soporte cualquier cosa por amor; que lo dañen, que no le den lo que realmente merece, que lo traten como a un objeto o que lo menosprecien. ¿Es eso amor? ¿Era eso el verdadero amor? |