El Círculo de Sara B. Elfgren
De repente piensa que le gustaría ser pequeña otra vez. Cuando se caía y se hacía daño, siempre quería que el abuelo la cogiera en brazos. Ahora quisiera volver allí. Así tal vez se atreviera a llorar, a soltar todo lo que se le ha acumulado y se le ha endurecido en el pecho. Anna-Karin lleva sin llorar de verdad desde primaria. Y es que tenía demasiadas cosas por las que llorar. Ahora ha llegado aun punto en que se diría que las lágrimas están encerradas en un pozo.
|