Cariño, cuánto te odio de Sally Thorne
Estamos enzarzados en uno de nuestros juegos pueriles: un juego que no requiere palabras. Como todo lo que hacemos, es terriblemente inmaduro.
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Cariño, cuánto te odio de Sally Thorne
Estamos enzarzados en uno de nuestros juegos pueriles: un juego que no requiere palabras. Como todo lo que hacemos, es terriblemente inmaduro.
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