Dónde estás, mundo bello de Sally Rooney
Es de suponer que el sufrimiento recordado nunca duele tanto como el sufrimiento presente, incluso si en realidad fue mucho peor; no podemos recordar cuán peor fue, porque recordar no tiene tanta fuerza como experimentar. Tal vez sea por eso por lo que la gente de mediana edad cree siempre que sus ideas y sus sentimientos son más importantes que los de los jóvenes, porque tienen solo un vago recuerdo de los sentimientos de su juventud, y dejan que las experiencias presentes dominen su visión de la vida.
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