Dónde estás, mundo bello de
Sally Rooney
El placer está en contemplarlo tal cual. Pero cuando leo libros, si que experimento deseo: quiero que Isabel Archer sea feliz, quiero que a Anna y a Vronsky les vaya bien, quiero incluso que indulten a Jesús en lugar de a Barrabás.
Tal vez sea una lectora insulsa y estrecha de miras, que desea sentidamente lo mejor para todos (menos para Barrabás), pero si deseara lo contrario, que Isabel se casara mal, que Anna se arrojara a las vias del tren, seria una simple variación de la misma experiencia. La clave es que hay una conexión emocional, ya no soy una espectadora desinteresada.