Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
—Así que soy un genocida, ¿eh? ¿Algo más que quieras llamarme? ¿Traidor? ¿Asesino? ¿Algo peor? ¿Crees que me gusta que me llamen esas cosas? Y sin embargo, cuando te alteras dejas de pensar con claridad y me llamas todas esas cosas. ¿Y qué es lo que ocurre entonces? Que me cabreo. ¿Y qué pasa cuando el gran maestro Aleyn Somerset se cabrea? Todos sabemos la respuesta. Se han gastado litros de tinta en dejar bien claro qué es lo que pasa. El hombre decide arrasar una maldita ciudad. ¿Quieres que me cabree, chico? —Samael negó, con la cabeza agazapada entre sus hombros—. En ese caso, ¡relájate! Si decido que mueres, en fin, mueres. Pero piensa que también puedo decidir que vives. Yo me agarraría bien fuerte a esa posibilidad.
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