Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Estaba jugando a algo diferente, más repugnante, complejo y perverso que la guerra. Estaba jugando a la política
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Estaba jugando a algo diferente, más repugnante, complejo y perverso que la guerra. Estaba jugando a la política
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
-Responde esa pregunta. No importa el tiempo que te lleve hacerlo, Mara. Responde esa pregunta. ¿Por qué te duele tanto saber que eres especial? Cuando lo hagas, estarás preparada. -¿Preparada... para qué? -Para la vida y también para la muerte. |
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
—Así que soy un genocida, ¿eh? ¿Algo más que quieras llamarme? ¿Traidor? ¿Asesino? ¿Algo peor? ¿Crees que me gusta que me llamen esas cosas? Y sin embargo, cuando te alteras dejas de pensar con claridad y me llamas todas esas cosas. ¿Y qué es lo que ocurre entonces? Que me cabreo. ¿Y qué pasa cuando el gran maestro Aleyn Somerset se cabrea? Todos sabemos la respuesta. Se han gastado litros de tinta en dejar bien claro qué es lo que pasa. El hombre decide arrasar una maldita ciudad. ¿Quieres que me cabree, chico? —Samael negó, con la cabeza agazapada entre sus hombros—. En ese caso, ¡relájate! Si decido que mueres, en fin, mueres. Pero piensa que también puedo decidir que vives. Yo me agarraría bien fuerte a esa posibilidad.
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Estaba jugando a algo diferente, más repugnante, complejo y perverso que la guerra. Estaba jugando a la política.
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Una guerra no la gana el más fuerte ni el más preparado. Una guerra siempre la gana el que mejor se adapta a sus circunstancias.
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
La paz es algo bello y frágil, tanto que si la abrazáramos se rompería.
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Las guerras las ganan aquellos que mejor se adaptan. Es un dicho tan antiguo como Ylandra.
|
Ylandra. Tiempo de guerra de Roberto Navarro Montes
—No sé qué tiene Ylandra que todos sus héroes terminan convirtiéndose en traidores —fue lo último que le escuchó decir.
|
Ylandra. Tiempo de guerra de Roberto Navarro Montes
Pues yo brindo porque todos los caminos que tomamos y que nos mejoran, nos vuelvan a llevar junto a nuestros amigos. Si eso ocurre, cualquier espera habrá merecido la pena.
|
Ylandra. Tiempo de guerra de Roberto Navarro Montes
Los agresores tendrán su propia penitencia, pero nosotros también. Lo que hacemos no está bien. Ha de hacerse, aunque no está bien. Rara vez hacer lo correcto coincide con hacer lo que está bien. Además, que necesites hacer algo no significa que ese algo sea bueno. Deberíamos recordarlo, tenerlo en cuenta, o nos perderemos en lugares peligrosos.
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
—¿Entonces ha comprado ya a su primer esclavo, comandante? —preguntó Viktor. —Esclava, joven —respondió—. Resulta una experiencia muy interesante la de ser el propietario de una persona. —De un anirio —le corrigió el juez. |
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
La verdad tiene la extraña cualidad de provocar dolor
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Por fin tenía un lugar donde dejarse llevar, donde no tenía que preocuparse en fingir. Porque así había sido su vida. Una huida hacia delante y sin mirar nunca hacia detrás. Negando sentimientos, ilusiones y esperanzas. Negando el constante murmullo de su mente diciéndole que él no era como los demás. En definitiva, negándose a sí mismo, cada átomo de su persona siendo negado por esa misma persona.
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
Lo único que puedo decirte es que se le pasará. Volverá a estar mejor, aunque nunca más será el mismo. La vida duele y las heridas nos transforman.
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
Con el miedo a rastras, cruzó el umbral que la separaba de todos ellos y se dejó llevar, regalándose momentos inolvidables, perfectos, tan ordinarios como una cena en la que lo único que importaba eran las risas, las anécdotas y el amor. Pasó tan rápido como una estrella fugaz, pero emitió tanta luz como mil soles espléndidos encendidos y radiantes en un cielo rebosante de vida y color.
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
Las emociones son las llaves que abren las puertas de nuestra alma.
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
Un sabio diría que cuando las vendettas personales se mezclan con los deseos del raciocinio, la sustancia resultante se vuelve peligrosa.
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
Porque desde siempre he sabido que eras especial y he hecho cuanto he podido para que tú no lo vieras. Creo que muchas veces lo he conseguido y lo siento mucho, porque de verdad lo eres. Todos lo sabemos, lo vemos y confiamos en ti. A la libertad no nos guiará el Inferus ni ningún otro irio. Tampoco Niara. Lo harás tú y todos te seguiremos.
|
Ylandra. Tiempo de revolución de Roberto Navarro Montes
Una mente que no duda, cambia y evoluciona es una mente limitada.
|
Ylandra. Tiempo de Osadía de Roberto Navarro Montes
Si quieres entrar en una mente ajena sin su permiso debes estar preparado para lidiar con los fantasmas que la habitan.
|
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?