El hombre ilustrado de Ray Bradbury
Voces de niños extraviados en una noche fría. [..] Caían. Caían como guijarros en un pozo. Se alejaban como piedras lanzadas por una catapulta gigante. Y ahora, en vez de hombres eran solo voces… voces incorpóreas y desapasionadas, con distintos grados de terror y de resignación.
|