La joya de Laura de Raúl León Moresco
Alba comprobó que estaban solos. Sabía que Alberto tenía muchos padrinos y estaba protegido. Se notaba que en la vida siempre había ido con total impunidad. Pensó en sus posibilidades si denunciaba aquel intento de acoso, y decidió que no merecería la pena. Nadie la creería.
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