Poesía de Rafael Lasso De La Vega
La amaba intensamente. Era rubia y gentil, y bajaba los ojos cuando yo la veía. Oh ventura inefable! Paraíso infantil en que mi alma sonreía. Yo estudiaba latín. Ella iba al colegio del Sagrado Corazón de María, todo blanco y azul, como un místico arpegio, y en un jardín fragante donde Abril florecía. Mi corazón estaba florido para ella como el altar con rosas que en la capilla había. Era para su amor como una estrella sentimental el alma mía! A extasiarse a su lado iba mi pensamiento; y yo hubiera querido en la ausencia sombría, no ser yo, sino ella; convertirme en su aliento, ser su dedal de plata o el libro en que leía. Era rubia y muy bella. Se llamaba Leonor. Me miraba cuando yo no advertía… Yo la amé mucho tiempo sin decirle mi amor. Y acaso ella me quiso como yo la quería. |