Eneida de Publio Virgilio Marón
A otras lágrimas nos destinan todavía los crudos hados de esta guerra […] ¿Cuál injusta fortuna ¡Oh Latinos! os ha lanzado a esta desastrosa guerra y retraídos de tenernos por amigos? Me pedís paz para los muertos, para los que han sucumbido a los azares de la guerra, y en verdad que yo quisiera concedérsela hasta a los vivos.
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