Camille de Pierre Lemaitre
Su primera mujer fue asesinada, un cataclismo del que tardó años en recuperarse. Cuando se ha atravesado ese mal trago, uno piensa que no le puede pasar nada peor. Es una trampa. Porque bajamos la guardia. Para el destino, siempre atento, es el mejor momento para cruzarse en nuestro camino. Y recordarnos la infalible puntualidad del azar. |