Bésame de nuevo, forastero. de Pedro Lemebel
¿Sabes por qué en el Boquitas Pintadas cobran tan caro?, le dije a Luana que caminaba bordeando un azulado charco. Porque vienen los famosos, respondió ella con triste ironía. No es sólo eso, agregué. Yo creo que en este hotel donde la noche hierve risueña con sus estrellas pop, en el día el comedor popular de los niños villeros cancela el vértigo de su bohemia ilusión.
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