La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca
¿Ves esa rosa que tan bella y pura amaneció a ser reina de las flores? Pues, aunque armó de espinas sus colores, defendida vivió, mas no segura. A tu deidad enigma sea no obscura, dejándose vencer, porque no ignores que, aunque armes tu hermosura de rigores, no armarás de imposibles tu hermosura. |