La aquileida de Padilla Libros
No tuve alimento alguno según lo habitual ni sacié mi hambre con el pecho, sino que tomé entrañas de grasa de leones y los tuétanos de una loba moribunda
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La aquileida de Padilla Libros
No tuve alimento alguno según lo habitual ni sacié mi hambre con el pecho, sino que tomé entrañas de grasa de leones y los tuétanos de una loba moribunda
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