La aquileida de Padilla Libros
Cuando la vio de lejos guiando el tropel de sus compañeras, el muchacho indómito, cuyo pecho no se había turbado por emoción alguna, quedó yerto y se empapó hasta los huesos de un fuego nuevo
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La aquileida de Padilla Libros
Cuando la vio de lejos guiando el tropel de sus compañeras, el muchacho indómito, cuyo pecho no se había turbado por emoción alguna, quedó yerto y se empapó hasta los huesos de un fuego nuevo
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