La matriarca de Pablo Rivero
Antes, se respetaba a las personas mayores porque acumulaban años de experiencia y sabiduría. El anciano era una figura venerada a la que había que cuidar y atender. Pero, desde que hay internet y tenemos una respuesta inmediata a todo lo que buscamos, ya no los necesitamos y han perdido su lugar privilegiado. Ya no son indispensables… Página 204 |