Dulce hogar de Pablo Rivero
La gente está hasta los cojones de ser un cero a la izquierda para los que dirigís el cotarro. Porque mientras ellos se las apañan para poder pagar la puta factura de la luz, que se ha triplicado, vosotros estáis haciendo chanchullos para ver cómo os podéis llevar más millones de euros por la patilla. Es terrible darse cuenta de que tu historia, tu experiencia vital, no cuenta para nadie, que ni los jueces se preocupan de que uno tenga una vida justa. Que eres un currito, una persona normal, de la calle.
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