El ruiseñor y la rosa de Oscar Wilde
—¡Qué cosa más estúpida es el amor! —se dijo el estudiante mientras caminaba—. No es ni la mitad de útil que la Lógica, porque no demuestra nada y le habla a uno siempre de cosas que no suceden nunca, y hace creer verdades que no son ciertas.
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