Legado mágico de Nora Roberts
No podía utilizar su don para aliviar su corazón, y no lo haría. A menudo se preguntaba si el hecho de saber que también ella le amaba, que también sufría, le aliviaba o le atormentaba aún más. Reconocía que algunos días eso lo reconfortaba y otros, en cambio, le removía las entrañas. |