Nueva Esperanza de Nora Roberts
—Ahora he mirado —reconoció—. Y veo. Los tesoros, los sueños, los peligros, la magnífica diversidad del mundo y de sus moradores. Es una madre generosa que proporciona todo lo que necesitamos, y es una hija que necesita que la cuidemos y atendamos. —Tendió la mano para asir la de Simon—. Tú siempre lo has sabido. Siempre has respetado, siempre has cuidado. Y sabías que merecía la pena luchar por el mundo.
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