Del color de la leche de Nell Leyshon
Encima de mi madre no se había parado ni una mosca desde el año mil setecientos noventa y dos cuando tenía una semana y una mosca entró en la habitación y se posó encima de su cuna, pero incluso fue rápida como un río y mató a aquella mosca y desde aquel día todas supieron que no debían acercarse a ella.
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