Coraline de Neil Gaiman
- Hola - respondió Coraline -. Vi un gato igual que tú en el jardín de mi casa. Debes de ser el otro gato. El gato negro negó con la cabeza. - No - replicó -. No soy el otro gato. Soy yo. - Ladeó la cabeza y sus ojos verdes centellearon -. Vosotros, los seres humanos, os habéis extendido por todas partes. En cambio, los gatos nos mantenemos unidos y en nuestro sitio. Tú ya me entiendes. |