Lo he comentado muchas veces, pero es que me encanta conocer y aprender sobre otras culturas, cuanto más diferentes a la mía mejor, sobre todo si son tan ancestrales como lo es la de los indios Kiowas norteamericanos de los que nos habla N. Scott Momaday en “El camino a Rainy Mountain”. Una obra de lo más interesante, narrada con un estilo cargado de lirismo y buen gusto, estructurada en capítulos divididos en tres secciones: la leyenda, la historia y la actualidad. Un libro que es más que un relato, el viaje personal del autor quien realizó la misma ruta que sus antepasados en una peregrinación a la tumba de su abuela, descubriendo así, a través de esta increíble experiencia, su propia herencia kiowa. Un libro que nos transporta a un paisaje mágico, plagado de leyendas, mitos e historia, lleno de simbolismo y nostalgia. Una oda a la naturaleza, a las raíces y las tradiciones, que es a la vez un intento por mantener viva en la memoria colectiva cómo era la vida y la cultura de estos indios que habitaron el oeste de Estados Unidos. Una lectura que me ha parecido muy bella y poética, llena de ese amor por la naturaleza que gobernaba cada acto y cada pensamiento de estas tribus que tan conectadas estaban a los elementos, a la tierra, al agua, al aire y al fuego. Un libro muy fácil de leer, corto, ameno, ilustrado con dibujos sencillos que le dan aún más intensidad a la lectura y trasfondo a la historia. Además, la prosa de Scott Momaday me ha parecido de lo más sutil y agradable, por lo que no me sorprende que fuera galardonado con el Premio Pulitzer en 1969. + Leer más |