![]() |
La mujer de la falda violeta de Natsuko Imamura
No hay duda de que es mucho más censurable el acoso por parte de los compañeros que la timidez congénita, pero también es cierto que ellos incapaces de ofrecer un «Buenos días» a otra persona deberían plantearse un cambio. Pero yo no soy quién para juzgar a nadie.
|