El poder de Naomi Alderman
—Ningún hombre puede sacar del país dinero ni otros bienes. La ministra de Justicia gira la página. Hay una larga lista de proclamas impresas juntas en letra pequeña. Los hombres ya no tienen permiso para conducir. Los hombres ya no pueden ser propietarios de negocios. Los periodistas y fotógrafos extranjeros deben trabajar para una mujer. Los hombres ya no pueden reunirse, ni en casa, en grupos de más de tres sin que haya una mujer presente. Los hombres ya no pueden votar porque los años de violencia y degradación han demostrado que no están preparados para gobernar. |