La esperada lluvia de Myriam Imedio
Me enseñó que nada cae en saco roto. Lo que no sucede, tampoco. Y me enseñó que no me gustan las personas que no saben lo que tienen hasta que lo pierden. Ni las personas que esconden tan bien sus sentimientos que luego no los encuentran. Ni las que mandan flores en el tiempo de descuento cuando han tenido el partido entero para hacerlo.
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