Los vagabundos de Máximo Gorki
El ruido ensordece, el polvo irrita la nariz y los ojos, el calor quema el cuerpo y lo fatiga, y todo, en torno, parece maduro, impaciente, presto a estallar en una catástrofe grandiosa, después de la cual el aire será respirable de nuevo, la tierra cesará de producir este ruido y este movimiento… y la ciudad, el mar, el cielo, quedarán tranquilos y bienhechores. Pero esto no es más que una ilusión alimentada por la infatigable esperanza del hombre y por su imperecedero e ilógico anhelo de libertad…
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