La elegancia del erizo de Muriel Barbery
No es suficiente pues que sintamos alejarse a los demás; aún hay que dar muerte a quienes sólo subsisten a través de nosotros.
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La elegancia del erizo de Muriel Barbery
No es suficiente pues que sintamos alejarse a los demás; aún hay que dar muerte a quienes sólo subsisten a través de nosotros.
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