Nacida libre de Minerva Piquero
—Cora —me dije a mí misma mientras me imagen me devolvía una mujer nueva con el pelo enmarañado y la mirada el líquido de lava—, lo que has hecho esta noche, lo que has llegado a sentir y a gozar, ha sido catarsis, un bautismo maravilloso. Bienvenida a tu nuevo yo. Es hora de empezar a sentir y aprender a volar. Te queda mucho que aprender. El placer será tuyo, sí, pero no solo hoy, siempre.
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