El don de la siesta de Miguel Ángel Hernández
Nuestras herramientas de ocio, la computadora o los teléfonos inteligentes, son las mismas que utilizamos en el trabajo. En las mismas pantallas recibimos emails del trabajo, escribimos novelas y ensayos, generamos hojas de cálculo, compramos on line, vemos series de televisión, contactamos con nuestros amigos, vemos porno, establecemos contactos, intercambiamos conversaciones, tenemos sexo virtual... No hay un corte entre el espacio-tiempo del trabajo y el del hogar.
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