Se siente todo el ser de kafka , recorriendo todo hasta su muerte,de la mano de su amada diamant |
Se siente todo el ser de kafka , recorriendo todo hasta su muerte,de la mano de su amada diamant |
"...lleva media esperando, al menos esa es la sensación que tiene después de tato tiempo: uno espera y no cree que vaya a llegar nadie, pero de repente ocurre justamente eso." Este es un libro triste, nostálgico, lleno de añoranza, de deseos e ilusiones, aunque también de encuentros. La novela nos narra los últimos meses de la vida de Franz Kafka quién, enfermo de tuberculosis, viaja a una playa en donde conoce a Dora Diamant, una judía polaca, y la única mujer con la que se irá a vivir y hará su pareja. En algunas otras reseñas he mencionado que no soy muy adepta de la literatura kafkiana -honestamente, si bien no puedo decir que es mala, me cuesta mucho trabajo identificarme con sus historias porque siento que nunca hay un cierre -y quizá por ello, sé poco del autor. Tengo conocimiento que fue enfermizo desde siempre y que tuvo una relación muy complicada con su padre, por quien siempre se sintió juzgado. En algún ensayo sobre la escritura, leí que si bien estuvo comprometido con una mujer muchos años -Felice- temía tanto a su enfermedad como que la vida en pareja le impidieria escribir que al final rompió su relación. Sin embargo, en cuanto leí la sinopsis de este libro, me llamó la atención: a orillas del Mar Báltico, Kafka conoce a Dora, una chica 15 años más joven que él, y tras apenas unos días, se vuelven inseparables hasta su muerte. Evidentemente la novela era sobre esta historia de amor, y dije, ¿por qué no? Y la verdad que ha resultado una lectura entrañable, que reconstruye poco a poco la relación de una pareja que a pesar de saber que lo suyo era efímero, decidieron compartir esos momentos juntos, contra toda adversidad. En ese sentido, la historia se desarrolla lentamente, aunque esto no quiere decir que sea aburrida. La novela se estructura a través de párrafos más bien breves, que narran momento a momento la relación entre Franz y Dora: desde que se conocen, hasta su primer encuentro en una cocina, sus paseos por la playa, la primera noche que pasan juntos, su primera separación, su llegada a Berlín, y los meses finales de Franz. No puedo describir con precisión lo que esta novela provoca: ya sabemos el final, que la pareja no estará junta, pero no deja de haber tensión -¿qué pensará la familia de él, el padre de ella, una rabino del cuál escapó? ¿Cómo reaccionará Franz viviendo con una mujer cuando su temor era que no le dejaran escribir? ¿Qué trampas les jugará la enfermedad de él? Siempre está latente el presentimiento de que algo puede suceder, y que algo separará a los amantes, y eso construye el drama en el texto. Asimismo, es de resaltar el hecho que Kumpfmuller logra también, a partir de este modo de párrafos breves, presentar el desarrollo de esta relación amorosa única, sin caer en el sentimentalismo. De alguna manera se presenta como si, tras el primer encuentro, Kafka y Dora se hubiera descubierto y hubieran sabido que estaban destinados a ser. Quizá por la soledad, por un contexto económico y social en Alemania terriblemente complicado y por la certeza de que la vida se escapaba a cada minuto, ambos decidieron arriesgarlo todo, hasta el fin. Uno podría entonces preguntarse si no fue por conveniencia y si un mero azahar justifica involucrarse tanto como una persona. De hecho, la voz de Franz se cuestiona también eso, considerando que, de no haber estado enfermo, se hubiera casado con Felice y entonces quién sabe si hubiera estado en Berlín, o en el Báltico, y por ende, conocido a Dora. Si no le di la más alta calificación es quizá porque -como leí en otra reseña y creo no había podido aterrizar con palabras- en alguna parte resulta pesado el pesimismo de Kafka, que parece no evolucionar (como personaje). Sin embargo, quizá sea un aspecto menor y más de gusto. Esta es sin duda una novela efectiva, tremenda, nostálgica y que sin duda me ha despertado interés por el escritor checo y sus relaciones, que al parecer fueron bastante apasionadas. + Leer más |
Me temo que en relación a esta obra no voy a poder realizar una valoración firme. Unos días después de haberla finalizado me sigo formulando preguntas al respecto. Encontré casualmente el libro en la biblioteca en una de mis últimas visitas y no pude resistirme. El planteamiento me resultó chocante desde el primer momento: adentrarse en los últimos diez días de vida de la escritora. La forma, sin embargo, me interesó; había disfrutado enormemente con el intento de Pilar Bellver de construir la historia entre Virginia Woolf y Vita Sackville-West. Supongo que eso generó ciertas expectativas, por un lado, mientras mantenía la pregunta principal acerca de esta obra, por otro: ¿por qué puede ser pertinente escribir acerca de los últimos días de Virginia Woolf? La lectura no me ha proporcionado ninguna respuesta, pero me ha dejado un poso algo turbio. Por un lado, porque la narración se realiza en todo momento desde la mente de la escritora, tratando un tema profundamente delicado desde la primera persona, algo que hace muy próximo el relato, generando cierta incomodidad por el acceso a una intimidad tan dura y profunda. Al mismo tiempo me resultó inevitable tener presente en todo momento que era el propio escritor el que «construía» ese discurso íntimo, algo, cuanto menos, arriesgado y delicado. Por otro lado, aunque el autor parece conocer la vida y la obra de la escritora, las referencias a documentos y datos reales no se deja ver en prácticamente ningún momento (sí lo hacía, y lo agradecí, Pilar Bellver). Por ello, y considerando que no he leído los diarios de la escritora, planea en todo momento la duda acerca de lo que puede haber sido ficcionado y lo que puede tener una base sólida, real. Tratando lo que trata la obra, para mi es relevante conocer el grado de aproximación al pensamiento y emociones de la escritora… pero si ella ya lo evidenció de un modo u otro, ¿qué aporta este libro? Ese acercamiento a ese momento, ¿era necesario?, ¿ha generado alguna nueva idea, un conocimiento mayor o una mejor comprensión acerca de Virginia Woolf? El caso es que para mi, el retrato que realiza de la escritora no parece haberla captado de ningún modo; el «personaje» acaba reducido a su sufrimiento, la indagación en su pensamiento, y al haber acotado el momento temporal a esos diez días, la despersonaliza y la descontextualiza de todo lo que ella representó. No me arrepiento de haber realizado esta lectura, pero se me ha quedado pegada una sensación muy extraña… Enlace: https://instagram.com/lesbou.. + Leer más |
Gregorio Samsa es un ...