PREGÚNTASELO AL GATO de Melinda Metz
Mac no siempre tenía ganas de que lo tocara, pero solía adivinar si ella necesitaba de verdad abrazarlo, y se dignaba a permitírselo.
|
PREGÚNTASELO AL GATO de Melinda Metz
Mac no siempre tenía ganas de que lo tocara, pero solía adivinar si ella necesitaba de verdad abrazarlo, y se dignaba a permitírselo.
|